“Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros”. Cicerón
- Dr Guillermo Eugen Banzas
- 24 abr 2021
- 4 Min. de lectura
“Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros”.
Cicerón
24 de abril 2021
Un día como hoy se conmemora el “genocidio del pueblo armenio”, las víctimas, millones de seres humanos, mayormente cristianos, los victimarios Turcos Otomanos, es decir, se lo define como genocidio porque fue la matanza planeada y realizada para la eliminación de un pueblo, por cuestiones religiosas o raciales, sobre el término “genocidio” no hay discusión; el cuestionamiento del concepto desnuda: ¿ignorancia o complicidad?
¿Cuántos y porque hay que asesinar, para que la humanidad se conmueva?
El silencio de los países centrales en aquellos años, Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, porque se estaba desarrollando la primera Guerra mundial, se entiende, pero el genocidio se extendió hasta 1923, cinco años después de terminada la contienda mundial.
Fue, según los historiadores, la antesala del holocausto judío, los alemanes vieron que no se conmovía mucho la humanidad ante el exterminio de millones y empezaron con los propios alemanes, enfermos mentales, desquiciados sin familia, homosexuales, gitanos, minorías, ante el silencio cómplice de otros alemanes y del mundo que sabía objetivamente que cuando comienza la matanza, no sabemos cuándo termina.
En Armenia, cortaban cabezas y crucificaban niñas al costado del camino, ya exista la fotografía, los corresponsales registraban a los turcos posando al lado de una pila de cabezas cercenadas o de cientos de cruces con mujeres agonizando; nada, no conmovió a nadie, es lejos Armenia, nadie tenía muy en claro donde estaba Armenia, ni que era el Imperio Turco Otomano, salvo los alemanes, que siempre fueron “socios” hasta el día de hoy de esta sociedad cuya capital es la vieja Bizancio, la Constantinopla, la que divide Europa de Asia, la eterna, la de Justiniano, la de Santa Sofia, Estambul del día de hoy.
Potencia militar, un país que equilibra a occidente de oriente, que en el día de hoy no respeta los DDHH, que persigue disidentes, artistas, periodistas, pero bueno, hay COVID-19, las tapas de los diarios están para otras cosas, como los escándalos reales, la Liga de Futbol Europea, o cosas así.
¿Por qué se me ocurrió escribir sobre esto?
Porque hace al ser humano y nosotros los argentinos de bien, que pertenecemos a esta especie contradictoria, que mide las matanzas por millones, y solo se ocupan cuando nos toca a puerta a nosotros.
El mundo mantiene relaciones interesadas con Turquía, que al revés de Alemania que reconoció que asesinó organizadamente a millones de seres humanos, que al reconocerlos los visualiza, los pone en la historia, genera un acto de contrición, de vergüenza nacional, de advertencia, no podemos como sociedad admitir esto nuevamente.
Sin embargo, Turquía no reconoce nada , es miembro del Consejo de Europa desde 1949, de la OTAN 1952, de la OCDE 1961, del G-20, desde 1999 comenzó las negociaciones para la adhesión plena a la Unión Europea en el 2005.
Ninguna de estas importantes organizaciones le exigió reconocer que desde 1915 a 1923 exterminó a mas de dos millones de personas, y provocó una diáspora masiva al resto del Mundo.
Relativismo moral, intereses, estrategias, la posición geográfica privilegiada, la eximen de dar explicaciones simples, “si hace mas de un siglo asesinamos a millones, lo sentimos no va a volver a ocurrir, sigamos con los negocios”.
La relacion con nosotros como sociedad es más o menos contradictoria, acá se inventó un numero para impresionar a las ONG europeas en la década de los setenta y ochenta, pero ignoramos elegantemente los exterminios reales, como los armenios, los de Ruanda, etc., nuestro relativismo moral no contradice al del mundo, lo complementa.
La Pandemia
Tenemos registradas mas de sesenta mil muertes, es un numero parecido al de las muertes por neumonía antes del COVID-19, pero exigió del gobierno y la sociedad una atención mayor, porque tiene categoría de pandemia y la decretó la OMS, es decir una organización internacional nos dicta la categoría de una muerte evitable, nuestra reacción es de sorpresa al principio y frente a la subestimación del Estado, la ignoramos.
Tardamos en reaccionar, igual que el gobierno con medidas chapuceras, inconexas y primitivas diríamos, y siempre prevaleció el “negocio”, sobre cualquier otra consideración, y hoy la especulación política, es decir la enfermedad y los muertos como una excusa para ver la administración que ventaja saca.
La economía destrozada, la educación paralizada, millones de personas sin trabajo, cierre de empresas, un desorden que se nota en la depreciación del valor constante de la moneda, con paliativos solo para la “tribu” que aun acompaña al gobierno, y los millones que no, quedan fuera de la ayuda estatal.
NO se les mueve un pelo, no les interesa, mientras a ellos les lleguen las vacunas que limitan la enfermedad, mas no la cura, esta todo bien, el resto, aún médicos y personal de salud deben lidiar con el virus solo con guantes y una mascarilla.
Conclusión
Al revés de 1915 en Armenia, 1933, en Alemania o 1994 en Ruanda, hoy existen las Redes sociales que visualizan las conductas, las acciones las inmoralidades, no las eliminan, no es su función, pero al menos no podemos alegar que no lo sabemos.
Han muerto mas de sesenta mil argentinos, pero además millones se han quedado sin empleo, la pobreza trepa al 50% de la cual más del sesenta por ciento son niños, que ademas no reciben educación porque a un Gremio se le ocurrió no trabajar.
Quería hacer estos comentarios porque ayer la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos, entidad creada en los setenta para denunciar los secuestros y desapariciones en la argentina, se presentó como “amicus curae” de la justicia, para que no se levante la cuarentena a la educación con el argumento de que no quieren que los niños corran riesgos, cuando en realidad no hay pruebas que sin patologías previas el COVID infecte menores.
Es decir, los DDHH terminaron siendo un negocio, de complicidades políticas y no de promoción de derechos.
El cinismo todo lo puede, los intereses, la economía, las estrategias, la política puede justificar, casi cualquier cosa, pero al final del día está el ser humano solo con sus pensamientos, con sus reflexiones, al menos eso me pasa a mí.
NO debo ser mejor que nadie, como diría Cicerón, porque sospecho de la maldad ajena, lamentablemente me dan pruebas cotidianas de su existencia.-
Desde San Salvador de Jujuy.
Los abrazo.-
Lamentablemente; si..es así.. la maldad y la falta de empatia para el q sufre
Qué consecuencias terribles produce el no reconocer que lo que tenemos de diferentes, distintos, singulares, redunda en beneficio, complementariedad, de todos... Algo que debe enseñarse, aprenderse de pequeño. En tantos siglos no se logró, antes se llamaba cargada, burla, hoy bullying, es lo mismo. Así empieza
Gracias Guillermo. Buen fin de semana.