12 de febrero 2022
Eugen Berthold Friedrich Brecht; Augsburgo, 1898 – (Berlín oriental, 1956)
Escritor alemán. Además de ser uno de los dramaturgos más destacados e innovadores del siglo XX, es una referencia exclusiva y excluyente cuando intentamos hablar de libertad, y de responsabilidad al ejercerla, los alemanes han estado siempre en las puntas de la historia, sus pensadores y filósofos marcaron el camino, pero no siempre sus gobiernos los siguieron, pero en el balance general, las vidas perdidas, siempre pesan mucho mas que las ideas enseñadas.
Pero, la reflexión de esta semana, tiene que ver con el “saber”, no con el académico, científico ni mucho menos con el filosófico; simplemente con el saber: la simple experiencia vivida, esa que desde niños construimos, cuando nos quemamos con la plancha, cuando Mamá la dejaba arriba de la tabla (que viejo soy ); el saber “empírico”: ese que se construye con la experiencia , con los acontecimientos que hemos presenciado o protagonizado, ese simple saber, el que se construye sin darnos cuenta, ese que luego reflexionamos, pero que “sabemos” que la plancha quema, y que nuestros padres mezclan enojo y sufrimiento con nuestro dolor, ese saber que no se condiciona sin una reflexión previa: sé que no debo, pero, aun así lo hago, de ése saber quiero reflexionar con ustedes desde San Salvador de Jujuy, una fría y lluviosa mañana de febrero.
El fracaso no tiene mayores excusas.
Entendí el proceso kirchnerista, desde lo intelectual, comprendí que mucha gente, aun aquellos que en un principio habían sido favorecidos por el estudio, pensaran que estábamos en presencia de una “revolucion de las ideas”, de una mezcla de populismo progresista y reivindicatorio, que la diferencia sospechada y aun inventada entre los argentinos tenian en Néstor y su banda, una organización redentora; yo, comprendí, que aun muchos “sabiendo” que el ex Gobernador de Santa Cruz era un delincuente, aun así lo seguían, porque para ellos las reivindicaciones de sus propios fracasos encontraban un lugar donde hacerse un espacio.
Yo lo entendí todo, pero en la conciencia que éramos engañados, me quede afónico diciéndolo y escribí ríos de tinta, vacié cientos de cartuchos de impresoras, de hecho cambie tres computadoras en esos 12 años, escribiendo y tratando de explicar que eran cómplices de un enorme y promocionado engaño, que la reivindicación revolucionaria sólo eran nombramientos y contratos, pagar subsidios a sospechosos hijos y nietos de supuestos desaparecidos o no, pero que todo ese escenario solo encerraba a una Banda que venia a vaciar al Estado, empobrecer a la sociedad e idiotizarla, regalándole los partidos de la pelotita, haciendo laxo el control sobre la ingesta de drogas y alcohol, inclusive, financiándolo, permitiendo y promocionando el embarazo juvenil, porque el Estado te subvencionaba el no uso de preservativos, es decir, la maternidad se convirtió en una fuente segura de ingresos, el producto, es decir el ser humano objeto de esos subsidios seguiría fatalmente ese derrotero, y hoy vemos abuelas de 30 años, que salen a bailar con sus hijas de quince y los niños y niñas que han parido, los cuida una bisabuela de 45 o 50 años, no “saber” esto, es no salir del lugar donde vivís o simplemente no queres conocer las consecuencias de las escandalosas políticas de subsidios.
Pero esto es entendible, alguien se acordaba de ellos de manera consistente, al menos le daban un subsidio.
Los demás espacios políticos filosofábamos sobre la pobreza, y al final del día nos íbamos a comer a un buen restaurante con un buen vino, a felicitarnos por las conclusiones de tal o cual seminario, que ponía en papel reflexiones supuestamente intelectuales sobre experiencias que solo unos pocos que ademas de pensar, militábamos podíamos tener.
Podemos entender que dirigentes sin dirigidos, vieran en el Kirchnerismo una manera de continuar su vida sin sobresaltos rezando el credo “yo no vi nada” y lo que se denuncia “es una campaña de la Corpo”, no puedo admitir que ni siquiera el asesinato de un fiscal, su posterior y criminal linchamiento mediático, los contara como cómplices, pero al final de cuentas. los definió a ellos.
Podemos comprender un ejército de periodistas rentados por el Medio y estimulados por las pautas o “sobres” dieran difusión permanente a un mensaje idiotizante y falso, puedo entender que los sectores menos educados de la población lo creyeran ya que habían tenido acceso a redes televisivas financiadas por el Estado, y ellos podían ver el futbol que había sido rescatado del “secuestro”.
Todo tiene un limite
En el año 2015, uniendo a toda la oposición, se les ganó por algo menos de 1,50% de los votos, es decir, electoralmente fue un momento importante, pero poco concreto para formar un Espacio de confrontación, es decir que a la oposición se le daba una oportunidad de arreglar los desastres producidos por 12 años de populismo, pero manteniendo la suficiente presión legislativa y mediática como para poder incidir y decirnos “estamos aca, esperando”, y llegó su momento.
NO importó que la argentina entrara en el mundo, que se abrieran mercados, que recuperáramos el respeto de las potencias y con este respeto la oportunidad de negocios que se traducían en: trabajo, Obra Pública, Energía Alternativa, competencia aerocomercial que se convertía en miles de nuevos puestos de trabajo, nada de esto importaba, la mayoría social, quería ver la pelotita gratis, seguir recibiendo subsidios y vivir una épica inexistente, y esto no se los escribe un señor que llegó ayer a la argentina, lo que dice el kirchnerismo sobre los setenta ,es una ramplona mentira, dos fuerzas se enfrentaron, una que mataba para imponer una revolucion solo para ellos, y un Estado represor que desde 1974 empezó a mimetizarse con el terrorismo, haciendo terrorismo, esto era en si mismo la famosa “Doctrina de la Escuela de las Américas”, al terrorismo se lo combate con sus mismas armas.
Se acerca un nuevo final
La politica de impunidad que intentó establecer Cristina Fernández desde el 2019, que aun “sabiendo” quienes eran ,el 48% de la sociedad les devolvió la Caja y el Poder del Estado, está fracasando porque ademas de su incapacidad manifiesta, el COVID lo evidenció de manera flagrante, mientras la sociedad se moría, o era encerrada y quienes desafiaban el encierro se morían sospechosamente en las celdas de la Policía de las Provincias administradas por peronistas, mientras esto ocurrían y miles de puestos de trabajo se perdían por la inoperancia del Gobierno, este se agrandaba hasta el ridículo, asegurándole a cualquiera que sumara a sus filas un cargo y un sueldo.
La sociedad se cansó, porque el Estado perdió los recursos, el Banco Central esta sin reservas, las cuotas de la deuda con el FMI están en una negociación pírrica: entre un Organismo que no tiene esperanzas y un Gobierno que no quiere pagar ningún costo político por ordenar la economía del Pais, la de ellos la tienen asegurada.
La sociedad los encerró en su “núcleo duro” en noviembre, en las elecciones de medio tiempo, se abrió un espacio de esperanza, pero no seamos muy optimistas, en la oposición hay quienes la receta “populista” ramplona gusto, y ahora muestran preocupación porque el ajuste los deja desnudos frente a la sociedad y el electorado, los eficientes administradores de la Ciudad más importante de la Republica no dejó de engordar el presupuesto con cargos con fines electorales, es decir: se trató de construir un liderazgo con el auxilio del presupuesto, y ahora no puede financiar el ajuste de los transportes.
Esto es la simple realidad, no puedo comportarme como un “kirchnerista” escondiendo los errores propios, trato de ser un Republicano admitiéndolos para que se corrijan.
Para ir finalizando la idea que expongo en el titulo de este escrito “El que no sabe es un imbécil. El que sabe y calla es un criminal”, nos deberia hacer reflexionar, sabemos qué es el kirchnerismo, no tengamos otro de mediana intensidad, esto se resuelve de manera dura y seria, no es cuestión de cambiar de collar, porque el amo es mas simpático, se trata de sacarnos el collar definitivamente.
No somos una sociedad de imbéciles, o queremos dejar de serlo y mucho menos somos una sociedad “criminal”, porque ahora en febrero del 2022 “sabemos”, no tenemos excusa.
Los abrazo desde San Salvador de Jujuy.-
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