“Es ignorancia no saber distinguir entre lo que necesita demostración y lo que no la necesita”

“Es ignorancia no saber distinguir entre lo que necesita demostración y lo que no la necesita”.

Aristóteles

Nuestro amigo de esta semana es Aristóteles, un griego, discípulo de Platón, maestro de Alejando de Macedonia, luego conocido como Alejandro el Grande, intervino en casi todas las facetas del conocimiento humano, más de doscientas obras, que solo se han rescatado y en parte, una treintena, de este “corpus” de trabajos del genial griego se destacan reflexiones sobre: Lógica, Metafísica y su filosofía ética, Filosofía Política (esta ultima como estudio del conocimiento de la Política), ciencias , de las llamadas “duras”; como matemáticas, física, astronomía, es decir que fue un hombre que cultivó el conocimiento, con el principal elemento que la naturaleza nos otorga, que es: la curiosidad, que además la desarrolló como un elemento que reunía tan vasta diversidad de temas, un concepto al que llamó: “Ética de la virtud”, traducido a términos modernos como Ética: ciencia que estudia el bien y el mal , sus relaciones con la moral y el comportamiento humano. Virtud: como disposición habitual para hacer el bien, es decir que el conocimiento debía de algún modo estar al servicio de un comportamiento humano, basado en la idea de hacer el bien, simple para que todos lo entendamos.

Aristóteles fundó una escuela que analizaba los comportamientos en función del objetivo de ellos: el bien o el mal.

El presente:

Tengo como costumbre utilizar para titular alguna reflexión de fin de semana la sabiduría ajena, y lo digo sin ninguna vergüenza, siempre entendí que reconocer y hacer propio el trabajo inteligente y útil de otros era a su vez un símbolo de inteligencia, nadie, salvo la política vernácula, teniendo la oportunidad de hacer el bien, lo desprecia y hace el mal, salvo que estemos frente a una patología, esta se entendería cuando hablamos individualmente de las personas, pero cuando hablamos de las actividades de éstas, debemos ser más cuidadosos, por eso y para que se me entienda recurro a Aristóteles que mucho antes y mejor que yo reflexionó casi sobre lo mismo: la virtud, la ética y el comportamiento de los hombres en la actividad política que era y es, la simple administración de la “polis”, en este caso una gran Polis, que sería la argentina y las pequeñas polis que serían Gobernaciones e Intendencias; es decir la politica, que está en todo, genera una directa influencia y consecuencias para la sociedad cuando es ejercida lejos de los principios básicos de la virtud, la inteligencia y la idea del “servicio público”.

Si aplicáramos el pensamiento aristotélico, hasta sería más sencilla la gestión, porque los griegos, básicamente los clásicos, discurrirán sobre el pensamiento siempre teniendo como mira una vida más serena y placentera, no sé porque la política argentina, que es en muchos casos, improvisada, artificial, no estudian a los Clásicos, ya que ellos ponían su inteligencia al servicio en vivir lo más plácidamente posible.

Pero, si fuéramos más cultos, y conociéramos y aplicáramos a los griegos clásicos, nos seriamos un País marginal, caído del mundo civilizado, apoyando un genocida con Parkinson, no estaríamos con una inflación rumbo a la híper, un dólar descontrolado, no veríamos con “indulgencia” que un grupo de mafiosos, con la complicidad de funcionarios toman tierras, logra un fallo, y ahora las ponen en venta, desde esta página les pido me reserven Plaza San Martin, prometo no venderla ,solo me gustaría vivir allí, por la vista, prometo cuidar el Monumento al Padre de la Patria.

La representación de las provincias, que en nuestro sistema se llama Senado, tiene la plasticidad de romperse y volver a unirse como el “mercurio” ,cuando sospechan que la genial idea de engañar a la Suprema Corte de Justicia, no dará resultado, y la sociedad que es el sujeto supuestamente pensante, lo ve pasar como algo absolutamente normal, es el gol de Maradona, pero con “Var”, es decir se lo anularon, o estarían en ese proceso.

Primero yo, lo demás no importa

El egoísmo, no le sirvió ni siquiera a Robinson Crusoe, que al final tuvo que negociar con “Viernes”, y en política que es una actividad donde se deben congregar al menos, miles, el egoísmo no es precisamente un símbolo de inteligencia, los que venían a renovar la política, actúan como los que la querían modificar, esto de alguna manera prueba una vieja teoría que me pertenece, aunque nunca la registré, es que: nunca el cambio surge del mismo grupo al que pretendemos cambiar, es decir no es desde la política que surgirán rápidamente los cambios, ya que la sociedad, después de todo no lo quiere, a los cambios, prefiere que los Medios de Comunicación piensen por ellos, les impongan candidatos, ideas locas, que la política acompaña solo por oportunismo, y cuando sean rechazadas, al intentar aplicarse, nadie se acuerde de quien fue la autoría del disparate, así funcionamos.

Somos la única sociedad que conozco, que repite como un costumbre ancestral los mismos errores, solo cambiando los protagonistas, es extraordinario, mirándolo desde afuera, como en mi caso, la propensión casi histérica que tenemos de tropezarnos con la misma piedra, retroceder e intentar nuevamente que esta no nos haga caer, sin embargo caemos.

Ahora es un “muñequito promocionado por los medios que grita, que se ha puesto de moda, ya allí la política improvisada corre a licitarlo, no porque les parezca del todo correcto los delirios del personaje, sino porque como es un producto de los Medios, nadie quiere enojarse con ellos, y allí estamos haciendo lo que nos imponen, y lo más triste es, que en el fondo, sabemos que nos equivocamos, pero el que pagará la cuenta seguramente es el anónimo ciudadano.

Evitar la trampa.

Como en la argentina, país de más de dos millones de kilómetros cuadrados de extensión solo importa lo que ocurre en CABA y los barrios del Gran Buenos Aires, lo que llaman AMBA, donde se concentra un número definitivo en el Padrón electoral, el resto del País solo mira y sus dirigentes tienen dos únicas opciones que dependen mas de su carácter que de otra cosa, uno: enfrentar esta situación y defender su “Agenda” sin importar demasiado los Medios, o dos: negociar con ellos, después de todo la vida es corta y los idealistas no llegan a la Calle Balcarce.

Tenemos una vicepresidenta varias vece procesada, en muchos de estos casos en Juicio Oral, o rumbo a él, con Incidentes ante la Corte Suprema, que es víctima permanente de sus ataques, y los de los amanuenses que la acompañan, es decir solo atados no por una ideología inexistente, salvo que a las conocidas, la depredación pública, la definamos como ideológica: “robamos, porque así lo manda nuestra idea política y siempre por el Pueblo”.

Tenemos un Presidente, que no preside, que va por la vida política con un perro y una guitarra, dando vergüenza, tenemos un gobierno enorme que administra una recesión enorme, una inflación feroz, repartiendo monedas, solo a los votantes que supone propios por ubicación geográfica y dependencia de subsidios, es decir aceptamos en silencio haber convertido parte de la ciudadanía en el vasallaje dependientes de un subsidio del Estado, la política solo enuncia los problemas, espero que en algún momento nos diga como los va a solucionar.

Para finalizar

Soy un señor que dice cosas, también las escribe, la mayor parte de las veces no soy políticamente correcto, para ser sincero nunca he sido políticamente correcto pero a la larga las cosas terminan acomodándose como lo había advertido.

En el año 2006, comenté en un escrito que la modificación del Artículo 1º de la Ley del Consejo de la Magistratura era inconstitucional, y solo recibí insultos, burlas y sarcasmos, después el Colegio de Abogados de CABA opinó de igual manera, judicializó esta forma de analizar el derecho y debió esperar a que con al fallo del Contencioso Administrativo Federal y un Dictamen del Procurador Casal hasta el 2021 para que la Corte nos diera la razón.

Por lo tanto, me importa bastante poco lo que opinen los legos, aun los colegas porqué si hay una metería discutible en la argentina, es el Derecho, y sobre todo el Constitucional, ese libro que los funcionarios usan para jurar, pero por lo general no han leído.

“Es ignorancia no saber distinguir entre lo que necesita demostración y lo que no la necesita” nos dice Aristóteles, que en la argentina se volvería loco, ya que en estas tierras alejadas de todo, hasta lo que no necesita demostración es puesto en duda.

Les recuerdo que se siguen matando en Ucrania, en esa Feria de presentación de la industria de armamentos de occidente, donde mueren de a miles, donde se cometen asesinatos a mansalva y las fosas comunes están llenas de civiles, no de soldados, mientras esto ocurre, el Papa relativiza su importancia moral para detener el genocidio, y aquí, nos preocupamos por la vanidades de tantos, las ignorancias de casi todos, y de un futuro que espero venturoso, solo porque, aun sin ser actor de nada más que mi vida, tengo confianza en ese minuto de reflexión que el hombre y la mujer del común pueda llegar a tener en el aula de una escuela, un domingo cualquiera en el año 2023.-

Los abrazo desde San Salvador de Jujuy.