“Las coherencias tontas son la obsesión de las mentes ruines”.
Ralph Waldo Emerson
26 de junio 2021
Nuestro amigo de esta semana Ralph Waldo Emerson, lo fue casi todo: escritor, filósofo y poeta.
De nacionalidad estadounidense, lideró el movimiento del “trascendentalismo” a principios del siglo XIX, esta corriente filosófica de donde participaron intelectuales de la talla de Walt Whitman planteaba básicamente su oposición al pensamiento “mágico” que proponía de alguna manera la religión, sosteniendo que la intuición, más que la razón, fue considerada como la facultad humana más elevada.
“La realización del potencial humano podía ser alcanzada a través del misticismo o gracias a una conciencia profunda de la belleza y la verdad del mundo natural circundante”.
Los trascendentalistas creen firmemente en el poder del individuo, en la libertad personal, si bien sus creencias están estrechamente vinculadas con las de los románticos, no se oponen al empirismo de la ciencia.
Parten del fundamento trascendental planteado por el filósofo alemán Immanuel Kant. “Dicho fundamento es que los objetos no son cognoscibles en sí mismos, sino solo a través de la estructura espacial, temporal y categorial que el sujeto proyecta sobre el mundo”.
Las cosas son entonces en su contexto, en su momento y según como se presenten, a modo de síntesis.
Un día como hoy hace 130 años, un hombre fundaba una agrupación política llamada Unión Cívica de la Juventud, lo que luego derivó en la Unión Cívica Radical, partido político que persiste en su misión filosófica de ser “la causa” contra el “regimen” y siempre reconociéndose lo primero, ya que lo segundo fueron muchas cosas, pero básicamente los defectos del sistema de convivencia, propuesto por la Constitución de 1860, el “regimen” entonces: es la falta de libertad, los derechos conculcados, la prepotencia, la deshonestidad, la falta de República, etc., por lo que por economía, podríamos decir que el “regimen” fueron los gobiernos militares, los gobiernos inmorales y hoy, el “regimen”, es el kirchnerismo.
El Radicalismo se explica, “personalmente”, no hay dos radicales que lo vean de la misma manera, lo que si compartimos aun, a veces sin saberlo, son los principios, los valores y si me permiten yo haría la definición al revés, para entre otras cosas demostrar mi radicalismo de esta manera: Los hombres y mujeres, que postulan el valor de la palabra, la honestidad de los procedimientos, la necesidad de sentirse orgullosos de sus comportamientos, de poder mirar a los ojos a sus hijos, y amigos, de no participar del “peculado”, de la vida fácil, de la inmoralidad, esos hombres o mujeres seguramente se sienten cómodos en el radicalismo, o simplemente son radicales, aun sin saberlo.
Pero no somos “ángeles”, ni superiores a nadie, simplemente abrazamos un ideario, o muchas veces lo usamos, también hay que decirlo, por eso el valor de la “coherencia” es fundamental, se puede ser radical, y comportarse como lo marcaba Krause: caracterizado por el intento de conciliar el racionalismo, con la moral, o como pasa en el siglo XXI, tratar de conciliar las opiniones intrascendentes con nuestro sentido político, es decir el Radicalismo también mutó y sobrevivió adaptándose a las necesidades del “mercado”, lo que nos lleva a pensar en lo importante y en lo que no o es, por eso afirmo que el radicalismo es una idea personal, donde cada uno lo articula dentro de un marco de referencia , a su manera.
Se, que muchos se van a enojar que le día del cumpleaños de mi Partido, haga este tipo de reflexiones, pero no sería radical si no tratara de conciliar la realidad, con la historia, no sería un hombre honesto si disimulara en los pliegues de un homenaje, la realidad: ser radical es un compromiso con valores que trascienden a los hombres, por eso elegí la frase de Emerson y el pensamiento trascendentalista para reflexionar en este aniversario.
Leandro se suicidó por amor, ademas de ser un hombre honorable, Don Hipólito murió en la pobreza, Arturo Illia no podía pagar la operación de su esposa y terminó viviendo en la casa del hermano en la localidad de Martínez, Raúl Alfonsín es reconocido como el Padre de la Democracia Moderna, pero yo no escribo sobre ellos, trato de hacerlo sobre los millones que anónimamente los evidenciaron, esos hombres y mujeres de los pueblos, los que en silencio se preparaban días antes de una elección repartiendo la “boleta”, poniéndose la boina blanca de los tamberos del siglo XIX, que caracteriza al Radical, o la boina Roja de los Bonaerenses, el saco y corbata de los abogados, de las ciudades, por alguna razón los radicales por lo general elegimos la carrera de las leyes, será porque esperamos hacerlas cumplir, como parte de nuestro legado , los médicos que en silencio trabajan en los Hospitales y abrazaron nuestro ideario, en definitiva sin importar la profesión u el oficio, ser radical es una manera de pensar, cuando no una manera de vivir…
A ellos, y a través de los tiempos, junto a otros deberíamos también homenajear, sin embargo, hoy todos hablaran de los “Padres fundadores”, y no esta mal, solo que es incompleto, ellos son el fruto de millones de anónimos, no es radical olvidarlo.
Hoy el radicalismo tiene un deber que lo supera, una lucha que debe resolver en el marco de la democracia, esta lucha, este dilema es: la coherencia
Conciliar nuestra historia con nuestro presente, con la tranquilidad para los Dirigentes, que el radicalismo los superará a ellos, es decir, cumplir 130 años, nos da la certeza de que somos “ideas” y no hombres, Raúl lo percibió, yo me limito a recordarlo.
Por eso no deja de causarme un poco de gracia, que, en los últimos tiempos, la opinión de los “consultores” haya reemplazado a la de los afiliados y simpatizantes, pero bueno, si no podemos evitar el error, al menos advertirlo.
Cuando un político va a un programa de televisión, puede ser visto por algunos miles, si el periodista le permite desarrollar una idea y a veces explicar una situación, un concepto, un valor, no puede circunscribirse a una frase, no somos tan capaces de sintetizar tanto, al menos no los dirigentes de este siglo.
Lo que viene
Estamos frete a un Gobierno inmoral, por donde se lo mire, para sintetizarlo esto es el “Regimen”, la “Causa” no es de nuestra exclusividad, al menos hemos logrado instalar valores y principios en la sociedad, que sin darse cuenta son “radicales”, claro ellos no lo saben, porque circunscribieron al Partido en algunos personajes, que le impiden compartir o reconocer las coincidencias, lo lamento por ellos, pero lo importante es que somos muchos ciudadanos que formamos distintos “partidos” o nos mantenemos en una neutral independencia, que adoptamos los valores de los jóvenes de 1891 y de los que los sucedieron, eso en si mismo es el triunfo radical, no obtener un Gobierno, sino instalar un comportamiento, que nos asegura que los que nos administren sean al menos honestos y democráticos, porque si dejan esta senda habrán millones de ciudadanos que se lo demandarán.
Ricardo Balbín decía “No importa quien lleve la bandera”, lo importante es que sea la argentina, les digo a mis correligionarios, con el derecho que me otorga mi ciudadanía, mi permanente respeto a la Constitución, que miren a su alrededor, el mejor candidato, no es tal vez en mas “popular”, cosa que es producto de campañas publicitaras, todo el mundo le saca el óxido a los tornillos con una bebida cola, que se definía publicitariamente como “la chispa de la vida”, no nos olvidemos.
Estamos bien, somos un Partido Federal, cada provincia tiene su idiosincrasia, sus modos, sus tonadas, sus prioridades, no nos equivoquemos, la política es compromiso, al menos para mí.
Hoy que cumplimos 130 años, es tan importante la señora que nos hace las empanadas, como el dirigente que circunstancialmente opina en nuestro nombre en un programa de televisión.
Los radicales nunca le trasferimos la legitimidad permanente a nadie, solo se la prestamos por un tiempo, y estamos atentos a qué hace el dirigente con ella, si defecciona, la pierde.
Quiero reflexionar con ustedes sobre un nuevo aniversario que conmemora que los sueños, las ideas, cuando son honestas, humanistas, antropocéntricas, sobreviven a los tiempos.
Seremos necesarios, ya que aun existimos.
Seremos indispensables porque después de tanta traición, acá estamos irguiéndonos sobre nuestras responsabilidades.
“Es difícil ser radical, pero es tan lindo serlo”
Desde San Salvador de Jujuy
Los abrazo.-