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  • Foto del escritorDr Guillermo Eugen Banzas

“Sería una necedad pretender que el pueblo no puede cometer errores políticos..."


“Sería una necedad pretender que el pueblo no puede cometer errores políticos. Puede cometerlos, y graves. El pueblo lo sabe y paga las consecuencias; pero comparados con los errores que han sido cometidos por cualquier género de autocracia, estos otros carecen de importancia”.

John Calvin Coolidge

John Calvin Coolidge fue el trigésimo presidente de los Estados Unidos, desde el 2 de agosto de 1923 al 4 de marzo de 1929, ya que completó el mandato del presidente Warren G. Harding y luego ganó la Presidencia en 1925.

Se lo definió como un conservador, parco, un hombre de pocas palabras, que huía a los discursos públicos y aun así, nunca en su larga carrera política que comenzó en la esfera municipal, perdió una elección.

Lo elegí a él como acompañante de esta reflexión, porque siendo un hombre duramente conservador, un liberal extremo, tenía la visión de un Estado inteligente y no le rendia pleitesía a “la religión popular”, sino muy por lo contrario era bastante critico de las decisiones populares, en su discurso que inaugura como presidente que fue leído; expresó: “háganse cargo de su determinación al elegirme, yo seré responsable ante la historia de su decisión”.


El presidente Alberto Fernández esta entrando lenta pero firmemente en el terreno de la “autocracia”, y como diría John Calvin, producto de su incompetencia y de sus faltas de políticas, en todo sentido, fruto sin duda de la “anomalía” de su presidencia.

Fernández tiene una legitimidad de origen, delegada y está perdiendo, si alguna vez la ha tenido la legitimidad de ejercicio, lo que convierte a su gobierno en una institución muy peligrosa.

No me voy a extender en las razones de su prematuro fracaso, porque en realidad todos, aun sus simpatizantes del pasado reciente lo reconocen, la pandemia, no puede ser atribuida a su administración, es un evento de carácter global, pero el tratamiento de ella sí: las políticas sanitarias, las medidas de cuarentena, las decisiones políticas, la elección de las vacunas, y lo más importante a quien colocárselas, sí, es de su entera e indelegable responsabilidad.

Que se vacunen a jóvenes, niñas de dudosa gravitación sanitaria, en el más estricto sentido de la palabra, es de exclusiva responsabilidad de quien al final de la cadena de mando preside el Pais.

Ya es tarde, pero centralizó la vacunación y el tratamiento de la cuarentena y los hombres y mujeres que eligió para esa tarea además de ineficaces, son sospechosos de inmorales, en vez de aplicar el más estricto sentido federal a un problema sanitario y dejar en manos da las provincias, asumió el “comando” de algo que lo sobrepasaba; el resultado son miles de muertos, las economías de las 24 jurisdicciones destruidas, una pobreza que pasó el 50% de la población, la pérdida de miles de puestos de trabajo, en definitiva fracasó porque su existencia como Jefe de Estado es un acto irregular.


Cuarentena absurda.

Hace unas horas decretó, en un dudoso instrumento de valor jurídico, el cierre compulsivo de el Área Metropolitana, es decir la Ciudad de Bs As (AMBA); y los partidos de la primera y tercera sección, es decir a las 20 horas deben cesar las actividades y el tránsito, salvo de quienes arbitrariamente se los consideran esenciales.

Lo cierto es que cientos de miles que trabajan en a la economía informal no pueden pedir un “certificado” de trabajo, no figuran en los listados del ANSES, es decir ¿cómo justifican su tránsito desde su trabajo a su casa?

Claro si no queres reconocer otros fracasos, y necesitas los datos de tus errores y malas políticas, para ejecutar ridiculeces carentes de sentido sanitario, ocurren estas cosas, la gente humilde se enfrenta a la policía, porque ellos deben llevar el pan a su mesa y que esten en una economía en negro es el fruto de políticas económicas recesivas y persecutorias.


No estudiemos

No hay, ni en la argentina ni en ningún lugar del mundo evidencias de que se justifiquen que no haya clases presenciales, si los maestros se ocupan de mantener un barbijo o una máscara de aislamiento, los niños en principio no serían portadores del virus, se podría y debería cumplir con la manda constitucional del derecho a enseñar y aprender”, pero los Sindicatos docentes lo impiden, el resultado es que no solo sacrifican a millones de niños a no poder estudiar, sino que es lo más grave: ensanchan la grieta entre sectores sociales, ya que las clases medias si pueden pagar una computadora, una conexión a Internet y mantener al menos a distancia, el ejercicio de estudio necesario para un desarrollo armónico de la personalidad del individuo.

¿Dónde están los niños durante las horas que deberían estar en el aula?

En la calle o encerrados en viviendas mal ventiladas, sin cloacas, ese es su destino allí los quieren la política oficial, que permite que se perpetre este “genocidio” cultural, del cual veremos las consecuencias en uno pocos años más.

Mas soldaditos para la venta de droga, mas arrebatadores en banda de pirañas, más prostitución infantil, más abandono, solo porque un “gremio” se resistió a trabajar aduciendo un peligro inexistente, y un gobierno nacional y provincial que lo permitió.

El daño emocional a miles de niños privados del contacto evolutivo con seres humanos de su edad, el silencio inmoral de Marisa Graham, que se supone debe Defender a los niños y niñas, imponiendo las mandas constitucionales y convencionales internacionales que los protegen, no, ella solo guarda silencio.

El desorden laboral que producen en las familias que deben elegir entre el riesgo de dejar a sus hijos en soledad o dejar el trabajo, por lo tanto, privar al grupo familiar de un ingreso, solo porque un Gremio se empecina con la complicidad de un gobierno de ineptos en impedir el normal desarrollo del ciclo educativo.

Esto lo pagaran tarde o temprano lo pagaran, no hay inmoralidad perpetua, aunque se apelliden Fernández.


Buenas señales

Solo dos provincias aceptaron la invitación a adherir al disparate del cierre horario que firmó el presidente, el resto de las jurisdicciones encabezadas por las de Juntos por el Cambio dijeron: “de ninguna manera”, Horacio Rodríguez Larreta, eligió el camino lento de la Corte, ésta ya le giró al Procurador el tema, a la espera del resolutorio de este podría el martes estar definiendo la inconstitucionalidad del DNU.

El jefe de Gobierno de la Ciudad se lamenta que las relaciones con el presidente se han deteriorado, lamento decirle a Horacio que le debería preocupar las relaciones de la sociedad que él administra con su propio gobierno.

No es una cuestión “avícola”, halcones o palomas, es un problema de valor y prioridades, cuando una sociedad es agredida esta espera de sus gobernantes una actitud de defensa y no de preocupación de si las relaciones con el poder se deterioran, equivocó el sujeto de interés político, que es la sociedad, no el presidente.

Pero las crisis nos dejan en claro las personalidades, la de Fernández un autocrático, patético y agresivo, que responsabiliza al sector de la Salud, al cual le debería agradecer que, si no fuera por ellos, contaríamos los muertos por cientos de miles.

Son sus políticas erráticas, desproporcionadas, carentes de valor científico, lo que nos trajo a este escenario, no el servicio de salud que sin elementos trata de salvar las vidas que su incapacidad pone en riesgo todos los días Señor presidente.

Las operaciones periodísticas destinadas a hacernos bajar lo brazos, ya no sirven, usted y su incapacidad se llevó puesto ya a dos gremios, el de maestros y el de periodistas, llego la hora que los individuos que los forman, tomen distancia de sus conducciones, porque de no hacerlo, son lo mismo.


Conclusión

Nos decía John Calvin Coolidge que “Sería una necedad pretender que el pueblo no puede cometer errores políticos. Puede cometerlos, y graves. El pueblo lo sabe y paga las consecuencias; pero comparados con los errores que han sido cometidos por cualquier género de autocracia, estos otros carecen de importancia”.

Es posible que la administración de Mauricio Macri y de María Eugenia Vidal en la Provincia de Buenos Aires, no haya cumplido las expectativas de toda la sociedad, y un sector de esta pensaran que los Fernández, a pesar de sus evidentes antecedentes, habían cambiado porque los periodistas así lo afirmaban, pero queda claro el que es una “necedad pretender que el pueblo no puede cometer errores políticos. Puede cometerlos, y graves. El pueblo lo sabe y paga las consecuencias”

Lo bueno es que el sistema nos da una oportunidad de enmendarlos, ésta es en octubre, no hay excusa, no hay discurso “populista”, no puede haber más engaños con “liberales de TV”, no hay Lavagna arrepentido y siempre estratégicamente opositor cuando tiene hasta al “perro” en la administración pública.

Llegó la hora de los ciudadanos de ir más allá de Twitter, de Facebook, de las Redes de WhatsApp y salir a la calle, hablar con la gente que conocemos que han votado a este gobierno de inútiles, solo por su mezquindad, porque les aumentaron los servicios, porque deben sacrificar alguna compra para pagar mas luz o gas, piensen lo que estamos perdiendo, por la mezquindad.

Tenemos una oportunidad y esta vez debemos ser nosotros los actores principales, dejando de lado las ofensas ridículas, si tal o cual dirigente privilegió ordenar su vida y la de sus hijos, en vez de twittear.

Les agradezco la participación en el Canal: https://www.youtube.com/channel/UC3ANz4CbuSkeLIAWBlcOqNg

Cada vez somos más los suscriptores, y mucho mas el intercambio, uno crece con el otro, al menos este es mi caso y les agradezco por ello.


Desde San Salvador de Jujuy.

Los Abrazo.-

















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