Desde la misma denuncia de Alberto Nisman, y su posterior asesinato, vengo escribiendo que tarde o temprano, estos dos hechos bochornosos, quedarían esclarecidos de algún modo; era fácil hacer este pronóstico, primero el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner terminaría, y si bien teníamos el riesgo de cierta “continuidad” con Scioli, percibía éste señor que escribe, mucho cansancio, agotamiento moral en la sociedad, suponía, y en realidad no me equivoqué, que el lamentable capítulo del Kirchnerismo estaba terminado.
Sabíamos también, que la desestimación de una denuncia con más de tres mil horas de grabaciones “legales”, ordenadas por el Juez Canicoba Corral, por la “causa AMIA”, alguna vez seria abierta, y éstas pruebas escuchadas desde una investigación imparcial, ya que ésta, que fue bloqueada hasta con desesperación por los esbirros de Gil Garbo, el brazo “jurídico” de la Señora Cristina Fernández.
Sabíamos, que si tantos comprometían su presente y sobre todo su futuro, en evitar que un acto procesal común, se formalice, es porque sin duda la denuncia tenía más que sustento, les recuerdo que en nuestro sistema, los Fiscales tienen obligación de investigar; y sobre el Memorándum de Entendimiento con Irán, habían muchísimas sospechas desde mucho antes de su confección, por las denuncias realizadas por el periodista Pepe Eliaschev, desde aquí mi homenaje a un hombre valiente, que sólo nos contó lo que luego se probó (casi dos años antes) y esto fue que, el Canciller Héctor Timerman, había concretado los pasos para firmar un Acuerdo, que desvinculaba dolosamente a los responsables del peor atentado que sufriera la Argentina, y América antes de las Torres Gemelas, es decir la explosión de la AMIA; con 85 muertos y cientos de heridos.
Cuando tantos esfuerzos se hacen para evitar algo tan sencillo como una investigación, es porque algo se oculta, de tan básico me parece casi infantil, pero no solo calificaron de “mamarracho” la solicitud de investigación de Alberto Natalio Nisman, sino que , y esto corre por mi cuenta, lo asesinaron.
La saga.
Fue necesario, que se articulara una “ingeniería” jurídica especial, para que se admitiera como querellante a la DAIA, para lograr romper el “cerco” que Justicia Legitima, ese engendro inventado por el Cristinismo, para obturar cualquier investigación que se dirigiera a cuestionar los manejos delictuales de la Administración de la Señora Fernández, y no debemos olvidar la lucha silenciosa del Fiscal de Cámara German Moldes, que no sólo encabezó multitudinarias marchas por el esclarecimiento del asesinato del Dr. Nisman, sino desde el “derecho” generó las argumentaciones para que se abriera la investigación; se apartará al Juez Rafecas, y simplemente se investigará, obligación de los Fiscales, derecho de los ciudadanos, conculcado durante la administración de Cristina Fernández.
Paralelamente, y por la denuncia de un particular se investiga a Héctor Timerman, por la difusión de una grabación donde el simpático ex Canciller, sin ponerse colorado reconoce a su interlocutor la autoría inmediata de Irán en el atentado a la AMIA, “La bomba la pusieron los iraníes, con quien queres que negocie”, oprobiosa sinceridad.
Esta investigación cae por sorteo en el Juzgado de Claudio Bonadío, que acelera los pasos procesales, y luego por la generación de un “incidente”, por cuestiones de competencia las causas de la denuncia de Nisman y la investigación sobre Timerman, es subsumida en el despacho de Bonadío; y el fiscal Gerardo Pollicita, ordena medidas de prueba, las escuchas donde aparece el verborrágico D'Elía, el representante extraoficial de Irán en la Argentina Khalil, Esteche, y otros.
Pero Pollicita, no se conforma con “escuchar”, sino, además, hace el entrecruzamiento con las antenas de los celulares, quedando probado que las conversaciones se realizaban desde la Casa de Gobierno, el Ministerio de Obras y Servicios Públicos; es decir no sólo lo que se decía, sino desde dónde se decía; generó un estado de sospecha que le dio magnitud al auto de procesamiento con prisión preventiva que dispuso el Juez Bonadío sobre Cristina Fernández, Héctor Timerman, Carlos Zannini (que no podía ignorar lo que se hacía) D'Elía, Esteche, Khalil, y otros.
Menos Cristina, protegida por los fueros parlamentarios, el resto hoy, están detenidos.
“No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto”. Aristóteles.
La Sociedad, al menos lo que se considera “El círculo Rojo”, es decir ese reducido grupo de unos 20% de la población híper informados, reaccionó de manera bastante dispar, y sobre eso me voy a referir.
Hace ya unos meses, se generó una discusión sobre el “instituto de la prisión preventiva”, es decir, esa posibilidad procesal que tiene el Juez de arrestar a un procesado, porque desde su punto de vista, éste puede fugarse, o interferir en la investigación, esto es más o menos la definición pacifica de la doctrina, y sobre todo de la Ley, lo vemos en el Caso de Milagro Sala, donde hasta los Organismos Internacionales, se han tomado la atribución de opinar, sobre las razones, por las cuales los tribunales de Jujuy, y su Corte prefieren que la señora Sala esté detenida mientras se generan los múltiples procesos en su contra, y acá debemos ser sinceros, todos sabemos que la extorsión , la amenaza de ella y su Organización fueron sus herramientas para contribuir el Estado Paralelo en que se había convertido la Provincia de Jujuy; sin embargo, muchos se preocupan porque luego de habérsele otorgado la prisión domiciliaria, violó los compromisos, por lo tanto se la regresó al Penal; seamos claros, sigue teniendo poder militante, y sus cómplices continúan con la tarea de amenazar testigos, sin embargo desde Buenos Aires asumimos una conducta mucha más permeable a los “derechos” de una señora que viola los derechos de otros, a pesar de ésta preocupación “porteña”, La Corte, ésta semana confirmó los procesamientos, y en una medida interesante opinión sobre lo que no se le preguntaba: que era el lugar de detención, sólo en Supremo Carlos Rosenkrantz advirtió que no puede adelantar opinión, sobre algo que la defensa de Sala no requirió, me parece que los otros Jueces deberán excusarse si esto llega al Alto Tribunal, pero lo mío es una opinión.
Cientos de “procesados” octogenarios muchos de ellos se encuentran en prisión, por causas de Violación a los Derechos Humanos durante la última Dictadura Militar, y sobre ellos nada decimos, claro son ex militares que seguramente tienen responsabilidades, ahora están “bajo proceso”, no pueden interferir en las investigaciones, y fugarse dudo que estén en condiciones objetivas, un militar con mando de tropa en esos tiempos, hoy tiene entre 70 y 80 años.
Miles de hombres y mujeres del común están detenidos con “preventiva”, y sobre eso tampoco nada decimos, ahora cuando los “abolicionistas” liberan a un procesado que vuelve a cometer delitos, razonablemente nos indignamos.
El Juez de Cámara Irurzun, articuló ordenadamente una serie de condiciones para negar la excarcelación sobre todo: por delitos de corrupción, la capacidad de poder interferir en la investigación porque aún mantiene “poder”, posibilidades económicas y funcionales para complicar la obtención de pruebas y testimonios, los vimos con De Vido, que sin ser ya Ministro ordenó la destrucción de expedientes que lo comprometían.
Sin embargo, la detención de Boudou, primero y los Zannini, D'Elía, etc. conmueve las fibras más íntimas del progresismo vernáculo, sobre todo los comunicadores, que ven en éste instituto la posibilidad de que los derechos ambulatorios quedes cercenados.
La hipocresía, no es una virtud, es sin duda un defecto, a las órdenes de detención de un Juez, se las controla con la Acción de la Cámara, y luego los Tribunales de Casación; es decir, muchachos y chicas no estamos en Venezuela, las detenciones son controladas por el Poder Judicial, in totum. No necesitamos sus conciencias bastante sospechosas, porque repito, no están privados de su libertad por sus opiniones, sino por haber cometido delitos y en algunos casos como los que investiga Bonadío, la muerte de 85 argentinos, eso sólo debería conmover su espíritu “progresista”, como el mío, y entender que gente que durante los últimos años con poder impidieron la investigación de los hechos que denunció Nisman, deben estar detenidos, salvo que en el fondo no queramos que la investigación se lleve a buen término.
Tratemos que no nos vuelvan a depredar desde adentro, y la mejor manera que esto no suceda es respetando la Ley, y dejar en manos de los Jueces su aplicación.
Lo demás es para simpáticos comentarios en los cafés y tertulias de Buenos Aires.
Los abrazo.-
Dr Guillermo Eugenio Banzas
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