Siempre que se enfrenten a un tema de carácter profundo recurran a los clásicos, ademas de sabiduría, han justificado a ésta, con un enorme poder de síntesis.
Heráclito, fue un filosofo hacia el 500AC, es decir, hace 2500 años, por lo tanto, su inteligencia, me ahorra recurrir a los contemporáneos, que muchas veces para contestar una simple pregunta necesitan explicar demasiadas cosas.
Cambiar, se entiende, “como una dinámica propia de los individuos, fruto de complejos procesos de autorrealización, de trauma, o de mutación y resistencia a la misma”.
Es como un proceso adaptativo de la mente humana.
Por lo tanto, podemos postular, que no hay cambio sin la participación del individuo, y muchos individuos que cambian en la misma dirección, o comprenden que por donde discurren, los lleva al fracaso y deben modificar el rumbo, sin este convencimiento personal, que luego se agrupa, no hay cambio social posible.
Claro, me dirán ustedes, es fácil desde una computadora escribir una “receta”, y que mágicamente comprendamos la profundidad de los fenómenos, no, es mucho más fácil que esto, la argentina nos lo viene diciendo hace décadas, el problema que nos impide “cambiar”, es que como todo lo que nos pasa al reconocer el fenómeno: una vez definido lo convertimos en solo una frase, no en un postulado con intención de ser cumplido.
Cuando un término cae en manos de los publicistas o del periodismo se vacía de contenido y se diluye en ambiciones, frases hechas y maquillaje.
Por eso, tal vez, este escrito no sea una receta, ni una recomendación, sino, solo y desde mi punto de vista una “guía”: primero para reconocer algunas cosas y luego para entender quiénes pueden o no ser parte de la solución y no del problema.
Donde estamos
Estamos en una geografía rica en recursos, con una capacidad humana extraordinaria, con climas propicios, sin embargo, millones de compatriotas chapotean entre el barro y la inmundicia, y otros cientos de miles se encierran en Barrios Privados para no ser parte de este escenario desolador; éste es el primer síntoma, que en realidad lo que debemos entender es la necesidad de “mutar” como sociedad, no comprendemos el problema; el segundo es el argentino que tiene pensamientos mágicos, quizás por una “religiosidad” un poco cínica, ya que nos reconocemos lo que no somos, y pensamos que él que debe resolver los problemas, no somos nosotros sino alguien, siendo este, aquel que diga las palabras mágicas, el conjuro apropiado y asi sin más esfuerzo pasaremos de ser un Pais subsahariano a convertirnos en Dinamarca.
Tenemos la mala suerte de que el Jefe de la Iglesia aparentemente mayoritaria en la sociedad argentina hace culto a la “pobreza”, es decir, se define como militante del “pobrismo”, que es la renuncia patética al progreso, Francisco podría haberse convertido en la guía para articular el deseo de millones de estar ellos y sus hijos mejor, explicando que el pobre, es una defecto de la sociedad, no un destino manifiesto, y que si el Dios que representa Francisco goza, con las enfermedades, las infecciones, que los niños tengan como guías narcotraficantes, se sumerjan en el infierno de la droga, desde la infancia, este Dios, no es el de las escrituras, algo no me cierra teológicamente, con el pensamiento de Francisco, pero sigamos.
El pobrismo que millita el Papa, permite que un grupo de sinvergüenzas lucren con él, que el Estado le robe a pobres que no tienen posibilidad de defenderse, porque son mayores, para financiar a “pobres” que tienen la herramienta de la salud y la edad para buscar empleo y mejorar su vida.
Para mi es muy claro: la administración que gobernó desde el 2015 al 2019, generó cambios profundos e importantes que están a la vista, pero equivocaron el mensaje, no es “cambiar” un “mantra”, que cuando no fue lo suficientemente comprendido, se cambió por “Juntos por el Cambio”, no explicamos qué era cambiar y cómo se lograba, porque por un lado, se postulaba la necesidad de que los emprendedores crearan empleos, se abrieran Mercados en el Mundo, se creaba infraestructura para crecer, y por el otro lado, se seguía militando "pobrismo", otorgando millones en recursos que se agotaban inmediatamente, porque fue mucho dinero, pero no conseguíamos gente para la cosecha de naranja en Entre Ríos y la caña de azúcar, y allí aparecía el jornalero extranjero, porque el propio, prefería vivir cerca de la Capital viviendo del subsidio del Estado, enriqueciendo a los intermediarios y creando una fuerza de presión que nos regaló 14 toneladas de piedras.
Cuatro años es poco tiempo para modificar décadas de prebendas, que no mejoraron la vida de nadie, sino que terminó siendo un faro para cientos de miles de ciudadanos de países limítrofes, que observaban que en la argentina con solo tener un hijo, el Estado te regalaba dinero, podías ocupar terrenos y la ley es un eufemismo que estudiamos, pero no cumplimos.
Lo vimos y dijimos que no
Tuvimos una administración que comprendía que “cambiar” no solo era un eslogan de campaña, sino un proceso beneficioso para la sociedad, pero no alcanzó y regresamos, por poco, pero lo hicimos, al populismo mas ramplón e inmoral, encima les tocó la Pandemia del COVID 19, lo que evidencio su incapacidad, su malicia aprovechando para imponer decisiones fuera de las instituciones de la República, y cuando tuvieron acceso a las vacunas algo pasó ligado a los negocios del ex ministro de la actual titular de la Cartera de Salud y la pérdida de tiempo costó miles de muertos e infectados, aun asi no reaccionamos, se cerraron miles de comercios, quebraron miles de empresas con millones de desocupados que se sumaron a los subsidios, pero los titulares de algo de poder fueron los primeros en inocularse vacunas, abandonando poblaciones sensibles, sin importarles nada, aun asi no reaccionamos.
Dos años de pérdida de estudio, una tragedia, donde los principales afectados son las poblaciones de menores recursos, ya que los sectores medios, por ahí tenian clases virtuales, los miles de chicos de las Escuela pública no tuvieron nada.
Es decir, tendremos un futuro cercano con millones de analfabetos sin mercado para ellos, o deberemos hacer una inversión monumental en tratar de achicar la brecha.
Subsidio a la pobreza, o inversión en educación y capacitaciones de acuerdo a la necesidad objetiva del Pais, pero no podemos seguir sin hacer nada.
Tenemos en claro que la administración de los Fernández vino con una motivación principal, y las que con el correr de la gestión se produjeran.
Lo principal es aliviarle las causas a la multiprocesada que tenemos de vicepresidente, hoy en ejercicio de la presidencia.
Hacer los mayores negocios en el camino y en lo posible eliminar la oposición.
Esto último, para ser posible, solo debían gobernar de otra manera, cosa que no saben ni tampoco quieren, por lo tanto, concentrarse en las consecuencias de un mal gobierno es evitar que la sociedad vote opositores, o si es necesario “digitar” a estos, un clásico del peronismo: “una vez que gobiernen, manejen la oposición”.
Sociedad del espanto.
Como la sociedad, no reacciona del modo que debería, y, consume las ideas procesadas por los Medios o simplemente ignoran lo que les ocurre, por que millones de argentinos hace años abandonaron su responsabilidad de articular una espacio político, según encuestas medianamente creíbles el 33% de la sociedad que se define como “independiente” y el 12% como “apolítico” es decir al 42 % de la sociedad no le importa nada más que su vida y no comprenden que su vida, depende de sus decisiones, lamentable ignorancia, que nos cuesta siempre años de nuestra vida en malos gobiernos.
El oficialismo, sabe que necesita mantener las palancas legislativas, que a su vez le permiten manejar los juzgados, o algunos de ellos, porque seamos sinceros, el unico remedio a jueces corruptos es un Poder Legislativo representativo y decente.
Y allí se concentraron, creando “opciones” por derecha, ya que por izquierda han fallado, y aparecen los que dicen representar el cansancio “impositivo” de la sociedad como si lo unico que importara fueran los impuestos, ridículo, pero si tenes un montón de personajes del espectáculo que dicen practicar el sexo tántrico, gritando contra “la Casta” sin más propuestas que no pagar impuestos y nada mucho más profundo, ¿Cómo no van a convencer a jóvenes que no saben ni siquiera qué es el sexo responsable?
En los setenta, todos queríamos ser de izquierda porque había hambre y persecuciones de la “derecha militar” en el gobierno.
Hoy todos quieren ser de Derecha, porque no hay gobierno, la pobreza continua, la pérdida de derechos es permanente, pero la diferencia es que los gobernantes se “autoperciben” progresistas” y esa oposición creada por ellos, se autoperciben de derecha, la verdad es que estamos en el reino de las arbitrariedades individuales, con pensamientos de quienes justifican el latrocinio con frases de izquierda, y quien pretenden cambiar esto desde los Medios del Gobierno, es toda una novedad.
Juntos.
La misma encuesta, sostiene que el 10.6% de la población se considera Radical, el 6 % del PRO, pero en la medición Juntos por el Cambio cosecha el 40% de las adhesiones, es decir: el 24 % del apoyo a este Espacio no proviene de los Partidos políticos que lo integran, este dato es interesante, porque necesariamente se necesita cosechar mas apoyo en el universo de los independientes o los “apolíticos”, para ganar en noviembre, y de este modo quitarles fuerza legislativa, que podría llegar a ordenar la justicia e ir eliminando prebendas que ofenden, Ministerios en manos de inútiles, y obligarlos de este modo a la reducción del gasto público, esto no lo logran “paracaidistas” de la Televisión, esto lo logran Partidos Políticos organizados y articulados.
NO se engañen, para cambiar, la decisión es individual, la "nueva Derecha" es un producto de Lampedusa, no de la realidad politica y social argentina, digamos la verdad.
Para ir terminando esta reflexión de fin de semana del arco político opositor, hay que seguir los movimientos del oficialismo, al que más persigan y destraten, ese es el candidato.
Los demás debemos acompañar y no enojarnos porque los individuos que componemos el espacio opositor, opinemos, porque opinar es un camino a reconocer en dónde debemos cambiar.
Seamos prácticos, “Todo cambia, nada es”, diría Heráclito, a ver si se dan cuenta o para ser mas autóctono. “Pero no cambia mi amor, por más lejos que me encuentre. Ni el recuerdo ni el dolor, de mi pueblo y de mi gente” como diría Mercedes Sosa.
Los abrazo a todos.-
Desde San Salvador de Jujuy
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