“Un científico debe tomarse la libertad de plantear cualquier cuestión, de dudar de cualquier afirmación, de corregir errores”.
El presidente de la nación sostuvo el día que abría las sesiones ordinarias del Congreso, que encabezaba un gobierno de “científicos”, no de “CEOS” (Chief Executive Officer), y bueno pensé yo, es una decisión, pero de su gabinete no surgía nadie que se pudiera definir como “científico”, y como las palabras tienen un significado, el lenguaje sirve para decirle al otro lo que pensamos, lo que creemos, lo que sentimos, me parece que el presidente tiene una enorme confusión, que lamentablemente la crisis del COVID -19 desnudó demasiado rápido.
El Presidente es titular de una “designación” que fue convalidada por el voto popular, es decir un señor carente de legitimidad previa, es el resultado de la voluntad de otros que tenían los “votos”, pero no les alcanzaba y alguien sostuvo la peregrina idea que Fernández podía resumir a muchos que no querían hipotecar su supuesto prestigio acompañando a alguien absolutamente desprestigiada como Cristina Fernández, como si en su rol de Vice presidente no manchara al presidente con su presencia pero sigamos.
Dijimos muchas veces que para esto se necesitaban dos cosas: primero, unificar al peronismo; y segundo, limar y destruir las posibilidades reeleccionistas de Mauricio Macri, para lo primero se convenció a Massa, de lo segundo se encargó la prensa, y aquí dos acuerdos tácitos colaboraron: uno el aporte de Massa y el Grupo América, y lo más importante, el arreglo que se supone entre Fernández y el Grupo Clarín que pone toda su baterías a favor del candidato primero, y luego del presidente electo.
Está muy bien, como siempre dije: los periodistas no te ponen una pistola en la cabeza y te obligan a votar, ellos solo exageran, mienten, operan y el resto lo hace el ciudadano, sólo podría tipificarse si fuera una figura penal, como que el periodismo “instiga”, y es el ciudadano que adopta la conducta típica.
Pero no es esto de lo que quería escribir, en principio.
El fenómeno del CORONAVIRUS; le estalla al gobierno por improvisación, incompetencia, mala suerte, los Dioses en contra, no pusieron la cinta roja en el sillón de Rivadavia, no sé, ustedes elijan las razones, lo cierto es que la OMS avisó y Ginés González García estaría ocupado en otra cosa, pero como dijimos, llegaron tarde a las medidas de profilaxis mínima y de cuarentena.
Ya estamos en el medio de una tragedia, administremos los daños hubiera dicho alguien serio, o medianamente serio con alguna experiencia en la administración de un MaxiKiosko, pero nuestros científicos funcionarios estaban y están en otra cosa, y ésta no es la salud pública, ni mucho menos.
Lo que nos queda claro es que las operaciones del periodismo de la semana pasada, a las que definimos como “Galtierismo”, quedaron sepultadas por la propia incompetencia, al gobierno de los Fernández, no los jaqueó una pandemia, los jaqueó su incompetencia, su vulgaridad y su falta de inteligencia, es decir el Churchill de Longobardi terminó siendo el Canuto Cañete conscripto del 7, sin la simpatía de Bala.
Donde estamos parados.
La semana pasada se discutía sobre los test, los respiradores, el gobierno compró unos miles de reactivos para analizar posibles contagiados, es decir una gota de agua en el océano de la pandemia, se quedó “de malo” con los respiradores que se fabrican en Córdoba, le impidió a Mendoza y Jujuy recibir los propios, casualmente dos gobernaciones opositoras, son muy malos amenazando a la única fábrica de este elemento esencial, pero a los supermercados, los laboratorios de especialidades medicinales, con ellos son dulces palomitas.
El Presidente reta a los “empresarios” por algunos despidos “de estación”, ignora los que el mismo avaló desde el Estado en PAMI, ANSES; y esa Empresa de carbón que está el amigo de los baúles Aníbal Fernández, ese que acostó Heidi, que no sólo despidió de a miles si no recibió dinero de a millones para no se sabe bien qué.
El Presidente luego recula un poco, porque la verdad no le conviene que los muchachos de las Empresas, se atrasen en los depósitos de alguna cosa, mientras tanto, la semana pasada la mujer del Presidente, tiene la brillante idea, dentro del “Galtierismo” y empujada , me dicen por un ex productor de TV de su amistad, armar un programa tipo ómnibus, para recaudar fondos para la Pandemia, como si los del Estado no alcanzaran, y esto es promocionado por tipos como Tinelli, que al menos volvió a su rol de conductor de TV y dejó ,luego de escapar a Esquel su papel de especialista en la lucha contra la miseria, donde lo había colocado Alberto Fernández.
Por lo tanto, y más allá del enorme y seguramente costoso esfuerzo que hace el periodismo “importante” del Municipio de Argentina para presentar a Fernández como un Líder y un Estadista, este fino caballero que agredió a un viejo en un bar y era el puteador más divertido de Twitter, el “Beto” no logra acertar una sola medida, llega siempre tarde, y aparece detrás de otros.
Esta semana empezamos con dos frentes abiertos, que trataré de explicar.
La pandemia está en todo el país y el mundo, hay lugares donde aún no se sabe nada, pero otros que avanzaron en la toma de decisiones y muchas de ellas fuertes, entonces en los Medios aparece un Gerardo Morales al frente de su provincia: activo, determinante y un Alberto Fernández, dubitativo, más parecido a la caricatura de De La Rúa, con la cual el Grupo Perfil insultaba y esmerilaba al Presidente radical, que con esa patética figura de Superman de la semana pasada en la Revista Noticias.
Lo cierto es que ni la voz cansada, resquebrajada, ni la presencia lo ayuda al presidente, llama a una conferencia de prensa y se retrasa horas y todos sabemos el por qué: debe consultar hasta las comas, con la Señora que regresó de Cuba, no esa, la mayor; graba la Conferencia de Prensa sin contestar preguntas, con un Jefe de Gabinete en remera, despeinado y Wado de Pedro en su función de Comisario político al lado.
Esta foto elimina cualquier atisbo de respeto a la conducción, que los millones de pesos intentan construir con la figura de Fernández, suponemos.
Dos reacciones, alguien tomó la determinación de complicarle la vida a Morales, y otros seguir insistiendo en tratar de convencer que en Balcarce 50 tenemos un presidente.
Ya teníamos problemas con la cuarentena, que en realidad nadie le da mucha bola, salvo en Jujuy, por una simple y elemental razón que paso a comentar:
El presidente, los periodistas que viven del Presidente, los que adhieren a su presidencia por ideología, determinación editorial o lo que sea, vienen diciendo que el Gobierno lo tiene todo controlado que el “Mundo” los felicita cómo manejamos las cosas, y que en realidad con lavarnos las manos y esas cosas andaríamos bien.
Así miles de personas se fueron a pasar la cuarentena a las quintas, Monte Hermoso etc., quedó en manos de los Intendentes y muchas veces de los vecinos impedirlo pero la sensación general era que Morales exageraba y Fernández es Pelé.
Me contaban que hasta el domingo pasado alrededor del hipódromo de San Isidro había miles caminando, corriendo, andando en bicicleta, pero parece que el Intendente no se enteró, mientras que en V. López se respetó la cuarentena, es decir no hay una política común, y cuando no hay política común, hay desorden general.
Los Municipios del peronismo son una fiesta en el barro, me dicen que la exigencia del depósito de todos los miércoles en la “tarjeta alimentaria “ es para que los vendedores de “paco” no quemen algún supermercado chino con o sin chino dentro, y el Gobierno de Kicillof, descida junto al nacional, mantener una calma tensa, sin policías que exijan el cumplimiento de la cuarentena, es decir en Lomas, Matanza, Brown, se vende “frula” en la calle a la luz del día, lo filman y lo mandan por celular, una belleza de integración.
Sus impuestos regresan al pueblo, en paco, blanca y yerba, el pueblo feliz: Alberto y Axel lo consiguieron.
Eso si, el COVID-19, también está feliz porque en la promiscuidad, la falta de limpieza y cuidado, típico del primer y segundo cordón encontrará un lugar fantástico para actuar, Dios no lo quiera, pero aun si el supremo ayuda el Gobierno debería colaborar, ¿no les parece?
La administración pública funciona de este modo.
El Jefe de ella es el Jefe de Gabinete, el Presidente baja la línea política, la orientación del gobierno en general, pero la administración es responsabilidad de Cafiero.
Los Ministros, Secretarios de Estado, Directores, etc., deben rendir explicaciones al Jefe de Gabinete y al Presidente, se supone porque así lo entiende la Constitución y las leyes, que el Gobierno es uniforme, no bicéfalo.
Lo cierto es que si el Jefe del ANSES, toma la decisión de pagar haberes jubilatorios y planes como así ayuda escolar, aunque no haya colegios y no sea necesario el certificado de escolaridad, en este momento de convulsión, alguien del ejecutivo debió enterarse, me imagino, por lo tanto concentrar en un día viernes a jubilados y pensionados después de días de cuarentena, con muchos cajeros sin dinero, o simplemente sin saber usar las tarjetas de débito, en los Bancos, era de esperar que se enfrentaban a miles de personas en Bancos de barrios, ciudades y pueblos de todo el País,
Lo que ocurrió el día viernes es para iniciar una investigación en orden al delito de “incumplimiento de deberes de funcionario público”: a Vanoli, a los funcionarios del Banco Central, a la Directora de PAMI, que tiene un deber de cuidado para con los jubilados y pensionados a su cargo, al Jefe de Gabinete convocar de urgencia al Congreso a que dé explicaciones y que ponga a disposición del Presidente su renuncia inmediatamente, porqué o es incapaz de prever una situación, o lo ignoran como si no se peinara.
Para ir finalizando.
El Galtierismo duró una semana, si insisten será una inmoralidad sin destino, hoy perdimos todo lo ganado en 15 días de cuarentena, por una decisión criminal, de algunos funcionarios y la desidia igualmente criminal de otros.
Que Fernández se enfurezca, a mí me importa poco, que mantenga la calma y cambie el gabinete completo, y que tome una decisión: si gobierna para la Argentina que llame a un gobierno de unidad de manera urgente, se le pedía a Macri lo mismo por centavos, estamos hablando de miles de vidas, o que siga como hasta ahora y se haga responsable de los muertos que vendrán, porque retrasó todo 15 días, tendremos que esperar cuales son las consecuencias epidemiológicas del disparate de este viernes.
No se puede quedar un minuto más el Ministro de Salud, que nada dijo de esto, opinaron los sindicatos, los Bancos ¿pero no el Ministro de Salud?
¿O desde que se cayó la operación estatización de los Servicios de Salud ya no opina más?
Estamos en problemas, mientras se planeaba que miles de personas se amontonaran en las puertas de los Bancos, la ministra de Seguridad mandaba a detener un micro con 61 pasajeros que venían de Jujuy , extranjeros que habían estado en cuarentena en La Quiaca casi 20 días, con las autorizaciones de pasajeros en tránsito, eso sí había más periodistas y canales de TV que ambulancias, lamento que Santilli se sumará a la tontería, pero bueno , esto duró un par de horas, ante la presentación de la documentación se tuvieron que llamar al silencio.
La verdad es que estamos muy mal los argentinos, no sé si nos gobierna un señor sin capacidades políticas o una estudiantina ruidosa y corrupta que no tiene mucha idea de lo que ocurre, lo cierto es que la pandemia nos puede alcanzar a todos, y ellos también porque son parte de todos.
Me parece que se seguirán escuchando cacerolas en los balcones de las casas de las ciudades mientras estamos en cuarentena, porque cuando esta termine y contemos los daños, serán las protestas en la calle.
Mantengamos la tranquilidad, los argentinos somos muchas veces insensatos, tratemos de mantener la calma.
Alberto Fernández empezó con legitimidad de origen, hoy terminó de perder la de ejercicio, y de eso no se regresa.
Los abrazo a todos.
Gracias Ana Emilia Veteri
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